jueves, 8 de septiembre de 2011

Casi como un cubo Rubick

¡Ay vida! Me pones en lugares que no te he pedido y esperas que aprende lecciones de cosas que no entiendo. ¿Por qué tienes que ser tan compleja? ¿Por qué juegas con mis tiempos como te da la gana? 


Trata de comprenderme, yo siempre lo hago contigo,  escuchame, tocame, vuelvete una conmigo y dejame ser, lo que sea que yo decida que eso signifique.


No lo vuelvas a traer a mi para después llevartelo lejos, me gusto el juego la primera vez, ahora solo es tortura brutal e innecesaria,  es como un laberinto de espirales que luce igual a donde mires y huele a quien sabe que y sabe quien sabe como. ¿Cómo lo voy a saber si no puedo probarlo? ¿O si puedo? ¿Por qué estoy tan TAN confundida? 


¡Ay vida! Hay tantas cosas que no comprendo y tu sigues yendo y viniendo a un ritmo que me marea y me saca de mi espacio-tiempo. Una tregua es todo lo que pido, una tregua que este en sus labios, en los suyos y los de nadie más, porque... de todas las cosas que no se explicar, las sensaciones que me provoca su existencia es una de las que más me perturba y me enloquece. Y vivir así, sin saber el porque de él y de su estancia en mi memoria... vivir así no es... no es lo que no había planeado.