miércoles, 10 de diciembre de 2014

"Whistle For The Choir"

Las cosas que parecían tan lógicas, tan llenas de sentido de pronto son un manchón de tinta al que ni el mejor psicoanalista le hallaría significado.

La manera de jugarme chueco de la vida siempre me ha parecido curiosa, irónica, casi divertida como si alguien estuviese haciendo un esfuerzo superlativo por burlarse en mi cara de todo aquello que alguna vez me haya atrevido a desear.

¿Han conocido al amor de su vida? Yo sí.

Lo he sabido desde el primer momento en que le escuche decir un chiste o darle un sorbo a la cerveza, lo supe con las similitudes y entre risas, lo supe cuando escuchaba su música y se me erizó la piel. Lo he sabido siempre y hoy lo tengo más claro que nunca.

Y por supuesto que lo nuestro no puede ser, por razones muchos más complejas de las que podría explicar aquí y ahora, porque aunque lo intentara no podría formar una oración coherente pues este oxido emocional me tienen corroída la capacidad de crear párrafos de los que me sienta orgullosa.

Quisiera poder explicar, quisiera poder entender, quisiera la vida contigo.

Somos almas gemelas, si algún día lo descubres tú también, sabes en donde encontrarme.

Por lo pronto, good night and good look.

viernes, 8 de febrero de 2013

El Sicómoro. Pt. 2


Hay días en los que recuerdo todo como si hubiera sido un sueño, trato de convencerme de que las cosas no pasaron así, que sigo dormida en lugar de despierta, una especie de hipnosis propia de la que nunca salgo victoriosa.

Las primeras veces siempre han sido sumamente importantes para mi, pero mientras a muchos los marca el primer beso, la primer caricia o la primera vez que hicieron el amor, lo que a mi me sigue haciendo vibrar la piel es la primera vez que nadamos juntos.

Nadar era una de mis pasiones más grandes, el sentir el agua acariciarme el cuerpo, los sonidos desvaneciendose a medida que sumergía la cabeza en la alberca, el calor activando las sensaciones en mis músculos, todo era perfección, todo me ayudaba a desconectarme de los problemas que me inundaban la mente.

El salón de clases me sofocaba a medida que avanzaba la mañana, tenia las ultimas hojas del cuaderno llenas de espirales y garabatos sin sentido que buscaban transportarme a otro lugar, a uno donde la profesora no hablará a cada instante y no hiciera tanto calor.

Tomé mi mochila 10 minutos después de las 12 y abandone el aula con la rapidez de quien es perseguido por un depredador, habían pasado 3 semanas y yo no sabia nada del extraño del parque, el amante de la lluvia que me había robado un beso debajo del árbol de mis inspiraciones y que no había tenido a bien la decencia de aparecerse por mis rumbos después de que yo saliera corriendo aquella tarde. Estaba asustada, ¿cuantas veces en la vida ocurre algo así? un día cualquiera te topas con unos ojos que te quitan el aliento, un cabello despeinado y húmedo que se te queda en la memoria y que resultan ser el alma vieja que habías estado buscado combinar con la tuya después de tantos años alejados. Al menos eso pensaba yo.

Aquella tarde de calor infernal, llegué a mi piscina favorita, y me lance a ella con la euforia de una niña en presencia de sus regalos navideños, braceaba y recorría la distancia una vuelta a la vez, tratando de liberarme de mis pensamientos.

- Sigo pensando que este look estilo "pariente de Tláloc" te sienta muy bien. - Su voz tuvo un efecto de onda expansiva en mi sistema, 21 días alimentandome de recuerdos y por fin podía escucharlo otra vez.

- Se puede saber, ¿qué estás haciendo aquí? - dije en tono indiferente
- No podia dejar de pensar en ti
- ¿Ahora me sigues a todas partes?
- No podia dejar de pensar en ti
- ¿Conoces alguna otra frase?
- ¿Siempre eres tan preguntona?

Se lanzó a la piscina con las mismas ansias que había demostrado yo escasos minutos antes, nado hasta el extremo en el que me encontraba y clavo sus ojos en los míos, retandome, saboreandome, seduciendome... me jalo el cabello y comenzó a nadar en sentido contrario, la invitación era obvia y también bastante tentadora.

Nadamos hasta que nuestros cuerpos no respondían, nos habíamos dedicado tantas miradas como veces habíamos salido a respirar, estaba intoxicada de adrenalina y quería pasar mis labios por toda su cara.

- Estoy exhausto
- Quien lo hubiera dicho, jamás pensé que representarías un reto así de grande
- ¿Lo dices por los esfuerzos que haces para no enamorarte de mi?

Me quedé callada, la verdad era que me tenia volada, ocupaba mi mente en una especie de pensamiento en loop infinito del que me era imposible deshacerme aún a 3 metros de profundidad.

- Entonces es cierto, estás enamorada de mi. Algo debo de tener.
- ¡TANTA SOBERBIA! - le grité indignada
- Y a la vez tanto amor - me dijo mientras me quitaba el cabello de la cara y volvía a poner sus labios sobre los míos.

- Ignacio - me susurro al oído
- Sol - le susurre yo al suyo y acto seguido le mordí el lobulo de la oreja.
- ¡Me tienes que decir que es lo que me estás haciendo! - me exigió con sublime encanto
- Nada que tu no me estés haciendo a mi - le respondí con una sonrisa gigante en los labios

Era tarde, nos despedimos y acordamos vernos al día siguiente en la cafetería de un centro comercial conocido por casi todos, lo tomé de la mano mientras le daba un beso en la mejilla y repetía la hora del encuentro. Me fui a casa.

Subí las escaleras de prisa y entré a mi cuarto, me dirigí directo al baúl que escondía dentro del closet, quité el candado y tome mi libreta roja, la del sicomoro, en la que había escrito ya por más de un año. En mi mesa de noche estaba la que le había mostrado a él, una de un rojo menos intenso. No me sentía preparada para que supiera lo que había en ella, y no sabia si él lo estaba,  a decir verdad lo único que tenia claro eran los sentimientos que Ignacio estaba despertando en mi.


To be continued....

martes, 11 de diciembre de 2012

El Sicómoro. Pt. 1


- Una puntada por aquí, otra por acá y ya esta. Se mas cuidadosa la próxima vez, espero que no nos veamos pronto. 

"Espero que no nos veamos pronto", eso era algo que no podía prometer, sobre todo en esta etapa de mi vida y necesitando tanto la adrenalina para reemplazar al vacío que perderlo me había dejado.


Verano de 1993, siempre he sentido debilidad por la sensación de la lluvia en la cara. Caminaba por la calle como si el sol estuviera en su esplendor y el cielo no se estuviera cayendo a pedazos, la sonrisa se me dibuja de un hoyuelo al otro y mi camiseta de Nirvana estaba empapada como nunca antes, las personas pasaban corriendo, chocando con mis hombros, en busca de un techo, un refugio para la lluvia, lo que yo no necesitaba porque no me hacia falta. Sentí su mirada como si de un shock eléctrico se tratase, miré a mi derecha y un chico de cabello castaño y pestañas largas me sonreía, mojado de pies a cabeza, disfrutaba la lluvia tanto como yo, lo sabia el y lo sabia yo. 


Pase la tarde entera saboreando ese "encuentro", tachoneando en mi calendario el día del primer avistamiento, sin mas expectativas que volverlo a ver, aunque fuera seco, aunque no tuviéramos la lluvia de cómplice jugando al romance con nosotros.


Mi semana transcurrió entre pilas de tarea y la habitación inundada del rock habitual, para no escuchar el ruido de los vecinos ni las quejas de mi madre, escribí y olvide por un instante que me encontraba sin él. No le conocía, y aún así, le ansiaba tanto.


El lunes siguiente el calor estaba insoportable, saliendo de la escuela tome mi mochila y me dirigí a mi lugar favorito, una cafetería con vista al parque que era mejor conocida, en mi mundo, como el sitio mágico en el que preparaban los mejores smoothies del planeta. Pedí uno de limón con toques de naranja y me lo bebí despacio mientras contaba historias en mi cabeza y viajaba a Francia por quinta vez consecutiva en el mes. 


- Hola, ¿me puedo sentar?
La pregunta me tomo por sorpresa y me volví para dedicarle una mirada de desprecio a quien quiera que se hubiese atrevido a retirarme de mi paseo por los viñedos de Champagne-Ardenne. Se me congelo la voz cuando reconocí los mismos ojos provocativos de hacía ya una semana.


-Casi no te reconozco sin el cabello despeinado y sin tu camiseta "grunge" - Dijo como si tuviéramos una confianza de años y se sentó sin esperar mi respuesta
- Me parecias mas educado empapado al otro lado de la calle
- Oye, no me podia quedar parado toda la vida, ademas, de verdad quiero charlar contigo
- Pues adelante, dicen que soy buena escuchando cuando no tengo los audífonos puestos
- ¿Cuantas paginas le quedan a tu libreta roja?
- ¿QUE? ¿Tú cómo...?
- Te he visto escribir bajo el sicómoro del parque prácticamente todo el año, y siempre me quise acercar, y siempre tuve miedo de interrumpir algún proceso creativo complejo que solo se consigue usando converse sucios y apretando los ojos muy fuerte de vez en cuando.
Me pare lo mas rápido que pude, me intrigaba casi tanto como me desconcertaba el hecho de que supiera eso de mi, el hecho de no haberlo notado antes, de haber pasado desapercibido un aroma así y una voz tan chispeante.
-¿Sabes qué? Yo no comparto mi "proceso creativo" con acosadores, tal vez deberías reconsiderar eso de estar espiando a chicas en parques, porque podrían resultar mas maniáticas que tú.
Lo dije con lo que yo pensaba era un tono amenazador de voz, pero se le dibujo una sonrisa instantánea en la que me perdí mientras él decía... "Eres tan dulce como lo imagine"


De mas esta decirles que fue una noche mas que agregue a mi colección de insomnios, principalmente porque a mi libreta roja le quedaban dos paginas y yo seguía sin saber como terminar la historia que tenia escrita en ella.

El jueves siguiente llovió, una lluvia ligera, coqueta, embriagante. Tome mi libreta y corrí al sicómoro del parque, lo reconocí de espaldas, guiada únicamente por el cuello que me daba vueltas en la cabeza desde que había dejado la cafetería aquella tarde.

- Aquí tienes, si tanta curiosidad te provoca tal vez me puedas ayudar con las dos paginas que me faltan
- Pensé que solo era un simple acosador
- Y lo eres, no te hagas muchas ilusiones, a momentos desesperados medidas desesperadas. Y mejor ponte a leer antes de que me arrepienta, porque oportunidades así doy pocas y la estas desperdiciando.

Pasamos el resto de la tarde uno sentado frente al otro, de vez en vez levantaba los ojos para verme con ternura y otras me tomaba de la mano y me daba un apretón rápido que por alguna razón me aceleraba el corazón impresionantemente.

- Deberían escribirle una canción
- ¿Pero qué dices? - Le dije molesta
- Lo esta pidiendo a gritos
- La historia es sobre un chico que viaja en el tiempo en búsqueda de su padre, no se que tiene que ver eso con una canción
- Todo tiene que ver con una canción, pero ciertamente yo me refería a tu boca y no a tu historia
- Eso tiene aún menos sentido 
- Tienes razón, quizás una canción no es la respuesta... pero esto sí...
Me tomo por la cintura y me dio el beso mas dulce que recuerdo.


To be continued...

domingo, 2 de diciembre de 2012

abskdjkd

De los errores del pasado aprendí a no quedarme dormida, a relamerme los labios y mirar a las personas a los ojos.

De los tropiezos comprendí, que no todo camino es plano... tampoco sinuoso. 

Hoy sé, que el puerto seguro siempre lo encuentro dentro de mi, y que, si bien es cierto que el trayecto mejora notablemente cuando esta acompañado por un aroma conocido, es en nosotros, y en nadie mas, donde radican los elementos necesarios para portar siempre una sonrisa.

martes, 30 de octubre de 2012

Trazando.

Regresé aquí con el deseo de sacudirme la tinta que llevo acumulando estos días, con la esperanza de sacarme de adentro estas ganas de verlo. Quiero, necesito, quedar exhausta de escribir, sin fuerzas para pensar en él, sin energías para quererlo.

En el camino deje de enamorarme, deje de creer que sentir mariposas en el estomago era un requisito indispensable de la vida, me dedique a reír y a guardar en un cajón mis bolígrafos y cuadernos, quise deshacerme de todo residuo de romanticismo que hubiera todavía en mi interior.

Pero para cuando quise darme cuenta, existía ya un calor que iba creciendo, una melodía conocida me emanaba del pecho y supe que estaba perdiendo otra vez la batalla.

Tomé mi computadora y comencé a typear como si no hubiera mañana, los dedos volaban sobre el teclado, el sonido de las teclas invadia mi mente como tratando de ahogar el resonar de su nombre, pero no sirvió de mucho, porque sigo pensando en él y estas líneas están trazadas con su nombre.

miércoles, 25 de abril de 2012

Cada noche un espiral...

Hay momentos en la vida que te despiertan, situaciones que te sacuden, emociones que se te meten a lo más profundo de la piel y te electrifican para que recuerdes lo que es sentirse vivo.

Las experiencias se ganan y se crean, sentado no vas a conseguir nada, nunca vas a llegar a ese momento en el que tus pies se despeguen del suelo y la sonrisa se te quede fija en la cara por minutos que ni tu, ni el mejor relojero suizo serian capaces de contar. Ese momento en el que no sabes quien eres porque no te reconoces, en el que renaces por completo, de pies a cabeza, tus sentidos se renuevan, te sientes diferente.

Se me hacen líquidos los órganos a causa de la efervescencia que se desarrolla en mi cuerpo con el simple hecho de saber que todos tenemos ese momento, incluso yo, aunque no sea ahora. Me mantengo unida en mis piezas originales para cuando la sacudida llegue y lo único que pueda hacer sea entregarme, rendirme, desbaratarme para despues unirme en pedazos más fuertes y más auténticos.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Fresh air.

Ok, las cosas van a cambiar un poco por aquí. Ciertamente aún no hago un gran uso de los signos de puntuación o de todas las reglas gramaticales existentes en el universo, pero si de algo estoy segura es de que si quiero ser escritora la única forma de serlo es convertirme en una.


No puedo, y no pienso, dejar que mis tragedias amorosas me definan. Mi vida es mucho más que eso y por supuesto que hay situaciones que valen la pena destacar.


No hago todos los viajes que quisiera, mi pasaporte no esta lleno de sellos internacionales, ni mi casa llena de arreglos florares enviados por apuestos desconocidos que se muerden los labios pensando en mi, pero tengo sueños y las herramientas para lograrlos.


Aún cuando no es año nuevo todavía, quiero decir que mi propósito del 2012 es llenarme de experiencias y plasmarlas en papel, o virtualmente, cualquiera que sea el caso.